viernes, 6 de agosto de 2010

Respira. Estás vivo.

http://www.youtube.com/watch?v=ac_GnenJ60Q&feature=related



No no, escucha, es muy sencillo. Observa lo rápido que ha pasado este minuto desde que me he parado a decirte que cierres boca con un dedo en la mía. Pues tan rápido como pasa este minuto, pasa todo lo que justamente nos hace felices a cada uno de nosotros.

Creo que ya está bien. No te creas un 'ya es tarde', porque no lo es. Siempre es el momento perfecto para practicar la espontaneidad, el momento perfecto para extirpar sonrisas.
Deja de mirarte al espejo y pensar qué es lo que mejor te queda. Deja de pulsar botones frente a la televisión, o chatear en busca de la verdadera amistad. Deja de envidiar a quien envidia a quien envidia a ... Y sobre todo deja de creerte sus mentiras. Eso no te va a ayudar a que la vida te sea más vida.

Deja que termines agotado porque estuviste dando volteretas por el suelo de la risa, camuflando todo aquello que no te gusta. Toma decisio... no, no las tomes, hazlo. Fúgate lo más lejos de aquí y respira, después piensa lo qué has hecho, y porqué si lo meditaras no lo habrías hecho. Nos educan para no pensar demasiado, pero sí bastante cuando se trata de atreverse a saltar. Empápate de la alegría de vivir. Deja que tengas 51 años y aún sigas rallando nombres en los bancos del parque. Deja que no se te olvide que sigues siendo un niño. Que no se te olvide vivir.

Y la gente pasa toda su vida desaprovechando lo aprovechable a pesar de todo, a pesar de que cada día se lamentan de lo adultos que son, y acusan a quien no lo es. Hasta que llega el día menos esperado y como un sin razón, te pasas prácticamente todo el tiempo que te queda llorando y apenándote por haber sido tan estúpido de no vivir como querías haberlo hecho.



Asique, o dejas que me marche contigo lejos, o mañana cuando pueda que llegue ese día del que te estoy hablando, estaré más muerta de lo que ya lo estoy.

No hay comentarios:

Publicar un comentario