lunes, 16 de agosto de 2010

Guerra.

¿La verdad? No es que no queramos entenderos, esque no os entendemos. Cuchicheáis los rumores inciertos haciendo creer que son ciertos. Os vengáis en silencio, sin vergüenza ninguna.
No nos gusta la ciudad. Nos maltratáis, nos margináis, nos insultáis, nos violáis; Nos fusiláis a diario.
Pretendéis inculcarnos vuestras sucias vidas diciéndonos que queréis una sociedad mejor, más feliz, más humana. Ahora nos toca a nosotros: Queremos que sepáis que tenéis la humanidad en el culo.

La catalepsia. El llanto. La salida.
. Yo. Las piedras. El agua. Las mantas. Cobijo...

Tenemos las manos mojadas por haber estado pintando con pinceles de flujos excitados y onomatopeyas de gritos sin mandatos ni dictaduras. No vamos a ir corriendo a por un paño para parecer más limpios y maduros: No queremos parar de pintar. De crear. De fabricar sueños.

Hace no mucho que la verjas se enteraron de que no tienen nada que hacer frente la batalla de soñadores, enamorados y su rabia. Explotaron, salpicaron por todos vuestros cuerpecitos malolientes y consentidos. Luego fuimos nosotros los que saltamos en la risa de vuestra soledad, esa mártir y estúpida metomentodo que no hace nada más que tocarnos las narices.
Luego con nuestros martillos, al ritmo desacompasado de nuestro latir, rompimos los cristales que nos hacen más prisioneros. Aunque entre la luz, aunque no los veamos. Si queríamos saltar, nos chocábamos.
Y lo siento, pero nosotros necesitamos respirar para vivir.

Nosotros, una vez más, somos y seremos los que luchamos, y al mismo tiempo, sabemos querernos. Ya no os vale de nada existir. Preferimos estar heridos a estar aburridos.




Aquél que no conoce la guerra, sólo conocerá un amor amputado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario